lunes, 3 de febrero de 2014

publicado 03/02/11

- ¿Por qué ahora?

Nicole estaba apoyada al lado de la puerta del copiloto. No podía creer que después de tantos años de haberlo visto en foto, recordar su matricula... ahora estuviera apoyada en él.
- ¿Te apetece dar una vuelta?
John se sentía nervioso. Había soñado con ese momento tantas veces... Y ahora tenia miedo de que fuera demasiado tarde.
- ¡No! Antes necesito mi explicación.
- Y la tendrás, te lo prometo. Confía en mi Nikki...
Ésta le miro a los ojos.
¿Cómo olvidar esos ojos verdes?
Si estar apoyada en su coche ya era inimaginable meses atrás, incluso años, sólo tener que estirar el brazo para ver que era real, que de verdad le tenia delante, aún era más surrealista.
- Está bien. ¿Y dónde piensas llevarme?
- Ya lo verás. - John se acercó a su mejilla y le dejo un beso rápido, algo que sorprendió ala chica. - ¡Vamos, sube!
Ella sin más abrió la puerta y entró.

El interior de ese coche también era igual que en las fotos, con sus muñecos, su atrapa sueños...
John encendió el motor del coche y antes de irse, dejó que la voz de Michael Jackson llenara el interior del Astra.
Nicole no podía creer lo que estaba escuchando. Por acto reflejo empezó a reírse tapándose la cara. Al momento retiró su mano negando con la cabeza mientras le miraba.
- No me puedo creer que sigas escuchando a Michael...
- ¡¡Por supuesto!! Es mi idolo... - dijo en tono divertido.
- ¿Igual que el ocho veces campeón de F1? - siguió ella, con el mismo tono que había usado él.
- Claro. - sonrió.
- ¿Y que me dices del Real Madrid? - preguntó, sabiendo ya su respuesta.
- Hasta la muerte.
Nicole se echo a reír mientras le observaba.
- Eres increible... - dijo él mientras la miraba de reojo.
- Anda ya... no digas tonterías.
- No, de verdad. Ni siquiera has olvidado esto de mi a pesar de llevar mucho tiempo sin hablar.
- Bueno, no le des tanto merito a algo que no lo tiene. Son detalles que se quedan..., nada más. - respondió Nikki en un tono despreocupado.
- Seguro que si te pregunto cualquier otra cosa lo sabrás.. - le retó John.
La chica se lo quedó mirando con una sonrisa traviesa, después se encogió de hombros.
Después de eso, el trayecto se volvió silencioso. De vez en cuando una pregunta obligada para dejar de oir al "rey del pop" pero nada más.

Nicole llevaba unos minutos con la mirada clavada en el exterior. No tenia ni idea de a dónde la llevaba pero su instinto empezaba a sospechar. Antes de que llegara a la conclusión, John puso el intermitente y aparcó sin tener que hacer la más mínima maniobra.
- Hemos llegado. - dijo el chico.
- ¿La Barceloneta? - preguntó sorprendida.
- Siempre decías que te gustaba pasear por la playa...
Ésta frunció el ceño con la risa a punto de delatarla.
- Y luego dices que soy yo quien se acuerda de ciertos detalles...
Sin más, abrió y cerró la puerta mientras se alejaba del coche camino a la arena.
John se acercó por detrás, pellizcando su costado derecho en forma de cosquillas.
- ¡Eh! - se quejo Nikki.
- ¿Te gusta? - dijo él mirando al horizonte.
- Mucho. Siempre me había imaginado aquí de pie, o sentada delante del mar observando las olas...
- Siempre tan poética...
A diferencia de lo que se esperaba John, ésta vez ella no respondió. Sólo le miró con una media sonrisa en los labios empezó a andar cerca d la orilla. Con un par de zancadas él la alacanzó. Quiso verle la cara, pero Nikki dejaba que su media melena la escondiera, impidiendo asi su visión.
- Quiero saberlo. - dijo ella rompiendo el silencio - Quiero saber el motivo de tu aparición. Quiero saber aquello que nunca iba a saber. Quiero saber qué hago aquí y porqué has vuelto de la nada, así sin más... ¡Ah! y como supiste que estaba aquí.
- Tus mails... tus mails me han llevado hasta ti.
- ¡Has leído todos los mails que te mande! - su mirada viajaba a izquierda y derecha, fija en la arena. Nicole se detuvo en seco. - ¿Y que pasa, que en tu correo no existe la opción de responder? - levantó la cabeza y se enfrento con la mirada de John, disgustada por lo que acababa de saber.
El chico se sentia mal, pero en ese momento, al ver la cara de Nikki no pudo evitar sonreír. Había olvidado lo mona que estaba cuándo se enfadaba, y lo que él disfrutaba haciéndola enfadar.
- Me alegra que te divierta... pero a mi no me hace ninguna gracia.
Nicole empezó a andar con el paso firme y acelerado.
- ¡Nikki!
- ¡Dejame en paz!
- Tozuda... - susurró para si mismo.
Éste comenzó a andar, creyendo que tarde o temprano ella se detendría.
Nicole, de lo contrario, no tenía pensado frenar. Es más, empezaban a entrarle unas ganas locas de ponerse a correr y no detenerse. Y lo hizo. Al notar la respiración de su amigo en su nuca, sus piernas cogieron velocidad haciendo que el agua que llegaba a la orilla le salpicara.
- ¡Vamos chico de gimnasio! ¿Vas a dejar que una chica te gane?
John se quedó asombrado de que le estuviera retando. No se lo pensó dos veces, sonrió villanamente y empezó a correr, no sin antes hacer unos breves estiramientos. Tenía tiempo, la alcanzaría enseguida... - pensó.
Nikki no miró hacia atrás en ningún momento. Se sentía triunfadora de poder más que él pero esto se terminó cuándo le vio por delante de ella, alejándose sin ninguna dificultad, todo lo contrario que a ella. La chica empezaba a sentirse cansada, y notaba una fuerte presión a un costado.
- Sigue andando, no es bueno parar de golpe...
- ¡Eso ya lo se idiota! - se soltó, con sus dos manos apoyadas en el costado izquierdo.
El joven se echo a reír a carcajadas.
- Había olvidado lo mucho que odias perder...
- Si..., ya veo que hay muchas cosas que has olvidado y por eso no entiendo que está pasando hoy.
Jadeante, John se acercó a su tozuda y loca amiga.
- ¿Crees que he olvidado aquellos días de locura, de alegría, de risas, de cachondeo, de bromas...? - Nicole no le miró, se sentó directamente en la arena simulando pasar de él.
Vista la reacción de la chica, él hizo lo mismo sentándose a su lado con los brazos apoyados en sus rodillas.
- ¿De verdad crees que he olvidado todos esos buenos momentos que pasamos juntos...?
- Bueno, juntos juntos... no. Y no lo sé, no sé lo que has olvidado o aún recuerdas...
- Estos momentos nunca serán borrados, porqué no fueron escritos en lápiz sino en tinta permantente y eso ni el tiempo ni nadie hará que se vaya.
- Y luego soy yo la poética - dijo ella, de modo que eso la ayudara a relajarse.
- ¿Sorprendida?
- Un poco. - el chico dejó que una pequeña risa se grabara en su rostro.
- Sigues guardando todas las fotos, textos, videos..? Bueno, que tonteria, seguro que si. - dijo inmediatamente después de formular la pregunta.
- Aha... - afirmó ella.

Aquello para Nicole era de los más irreal, surrealista e inimaginable que podía haber soñado que ocurriría. Tantas veces pensando "algún día le conoceré" y ahora... Ahora creía estar viviendo en su propio sueño, aunque para ser sinceros uno demasiado real. Y lo malo de los sueños es que se terminan y éste veía que estaba terminando y eso... bueno, nunca le han gustado las despedidas y mucho menos si no sabes cuándo podrás volver a ver esa persona.
- Que haya estado tanto tiempo perdido no significa que te haya olvidado. Todo lo que aprendimos desde que nos conocimos, las influencias que hicieron que pensásemos de la misma manera y de ahí a que aún nos llevemos tan bien...
- Creído. - soltó Nikki.
- ¿Recuerdas lo que te dije un día?
- ¿Que parte de todo?
- Aquello de "No quiero que pienses que estamos distantes aunque llevemos tiempo sin hablar, lee los mensajes, mira las imagenes, escucha las canciones y John aparecerá."
Nicole se encogió de hombros, no le apetecía hablar.
- ¡Lo recuerdas! - la chica dejó que su sonrisa hablara por ella. - Entonces, quiero que recuerdes esto siempre, Nikki... Eres increíble, genial, maravillosa, alegre, simpática, inolvidable, original, creativa, constante, CABEZONA - enfatizó - y creo que tengo que mirar el diccionario porque´ya no se definirte mejor... - John hizo una pausa y siguió hablando. - Siempre te decía que eras una persona especial y genial, que nunca me cansaría de decírtelo, y si tuviese que decir todos los detalles que tuviste conmigo... ¡me quedaba corto!
- ¿Éstas intentando entrar en el libro del récord guiness de este año, lanzándome piropos? - le interrumpió ella.
- No. Solo estoy intentando hacerte entender que existen demasiadas cosas que me recuerdan a ti y por muchos años que pasen sin saber el uno del otro, es imposible olvidarme de la chica que me ha tenido más horas pegado a la pantalla de un ordenador en toda mi vida...
- ¿Qué? Oye perdona si no querías estar ahí conmigo no haberte conectado, digo yo que no toda la culpa es mía, ¿no crees? Además... - John estalló a risas mientras Nicole seguía con sus reproches - ¡Deja de reirte! ¡No queda muy educado que mientras una habla el otro se esté descojonando!
- Perdona, pero es que me pareces fascinante.
- Imbécil.
- Testaruda.
- Idiota.
- Gruñona
Nicole le lanzó una mirada envenenada, levantándose de un salto y empujando a John para que éste cayera hacia atrás.
- Vale, ¿ya estás contenta? - dijo él mientras se levantaba.
- ¡SÍ! - contestó ella alejandose.
El móvil de John sonó. Eso le hizo volver, en cierto modo, a su realidad.
Nikki al darse la vuelta vio que estaba hablando por telefono y opto por esperarlo sentada en el borde del primer peldaño de las escaleras.

Unos minutos después, vio que éste guardaba su móvil en el bolsillo del pantalón dirigiéndose hacía dónde estaba ella, eso la impulso a levantarse.
- Perdona, ya estoy aquí.
- Oh no pasa nada, supongo que...
- !Quieta! - la interrumpió John. - Tienes..., no te muevas. - Nikki intentó mover la vista hacia su hombro sin moverse - ¡NO!
La chica cerró los ojos con fuerza.
En realidad no había nada en el hombro de Nicole, era una simple excusa para poder darle un abrazo. Algo que él siempre había querido hacer.
Ella abrió sus ojos como platos al notar que los brazos de John la estaban rodeando. No duro mucho, ésta se apartó dándole un empujón.
- ¿Tan dificil es decir "Nikki puedo darte una abrazo" o darmelo así sin más, sin tener que hacer tanto el paripé?
Ésta sin decir nada más, se apresuró, molesta, por la sescaleras en busca de las siglas FDN. John se limitó a seguirla, subiendo al coche y poniendo rumbo al Corte ingles de Plaça Catalunya, delante del quiosco.
Nicole podía ver cada detalle de todo lo que habría a fuera, algo que en el camino de ida había sido imposible de percibir. John mantenía una velocidad muy inferior a la que acostumbraba a ir. ¿Querría retardar el momento de decir adiós?
Había demasiado silencio desde que se habían alejado de la playa, necesitaba algo de fondo que la hiciera sentir más cómoda. Se quedó mirando el reproductor, intentando averiguar como sintonizar alguna emisora. Consiguió abrirlo, eso ya fue todo un logro. Luego comenzó a apretar botones hasta encontrar una emisora que reconoció por la voz de los locutores. 
El interior del coche se inundó en breves segundos por distintas voces; Lady Gaga, Akon, Rihanna, incluso algunas que ella reconocía haber oído en Flaix Fm.
Phantomrider (Tokio Hotel)
 llenó el escenario del silencio que aún y haberse roto por la música seguía ahí, y con el la sensación de incomodidad por parte de los dos aún y hacer como si nada.
- Siento haber rechazado el abrazo.
A Nikki le costo pronunciar aquello pero se negaba a estar mal con él, ya había pasado por aquello varias veces aún y ser distinto, y no podía permitirse volver a pasar por aquello. Y menos ahora que podía darle todas las collejas que le había prometido que haría en su día.
- Me pilló de sorpresa y no pensé, sólo solté todo tipo de palabras sin sentido.
- Supongo que de no ser tan tímido te hubiera dado el abrazo sin tener que inventarme semejante estupidez.
- Estupidez o no, a funcionado...
Los dos sonrieron con una mirada de complicidad, debajo del stop debido al semáforo en rojo.
Dos semáforos más y el Astra negro aparcó junto a la acera. John puso los cuatro intermitentes y bajó del coche al mismo tiempo que ella. Nikki volvió apoyarse en el coche a la espera que fuera él quien dijera algo y queriendo haber terminado con aquel momento que tanto odiaba.
- Bueno... Gracias por aceptar mi invitación.
- Gracias por invitarme.
Ésta vez, sin paripés, ni motivos sin sentido. John se acercó a Nikki estrechando sus brazos a su alrededor.
- No dejes que nadie te cambie, Nikki. - susurró él.
Los brazos de Nikki rodearon el cuerpo del chico instintivamente.
- Gracias por seguir acordándote de mí -respondió ella en un tono de voz roto.
- Ésta parte del texto me tocaría decirla a mi, no a ti... - comentó él.
Solo fue un abrazo, como tantos otros que suele durar lo mismo que los demás. A simple vista si lo parecía, pero para John y Nikki había tenido mucho más significado al que pudieran imaginar los que andaban cerca de dónde ocurría algo que a lo mejor no volverían a ver, ni ellos a experimentar.


- END - 

1 comentario:

Sori RC dijo...

irami0227 de febrero de 2011, 6:31

Joder, joder, joder, .....!! Lo estoy flipando, alucinando y todo lo que termine en ..ando, jaja. En serio, me ha encantado tía, y me ha traido muchos recuerdos, iba leyendo y habia cosas con las que me sentía muy identificada, y yo no puede ser, me entró de to. 
Esta frase me encanto: "Estos momentos nunca serán borrados, porqué no fueron escritos en lápiz sino en tinta permantente y eso ni el tiempo ni nadie hará que se vaya".

Y ese -"estás bien??"
-"Mentirosa"
Me recuerda a cierto codazo, jaja.

Sori, lo tuyo es genial, no termino de sorprenderme contigo